29 diciembre, 2006

Tuvo suerte

Rápido, Piensa rápido! ... No podía fallar esta vez... había intentado planearlo concienzudamente, pero al final lo vió claro, y había decidido ser él, sin preparativos, sin discursos... no quería para nada intentar impresionar. La conversación? Pues ya saldría, sobre la marcha! La ropa? Lo primero que encontró en el armario. Su aspecto? Él mismo, sin posturas.
Y a dejarse llevar, a vivir lo mismo que desde hacía casi un mes había vivido todas las noches, naturalidad, humor, tacto... y sobre todo importancia. Porque las cosas son importantes porque las hacemos importantes.
Ella se adelantó un poco, pero él ya esperaba. La primera vez que la vería en persona y la reconoció sin una mínima duda, era tan cómoda aquella compañia!
Rápido. Piensa algo rápido! Pasó la tarde con lenta elegancia. Él la miraba. Ella increíblemente guapa. Su pelo negro. Su risa nieve. Sus manos. Él atónito. Él? Bloqueado. Hasta el punto de quedarse mudo. Mudo! Mudo él, a quien había adjudicado charlatanería entre bromas y veras. Si. Mudo.
El tiempo que duró la tarde le supo a casi nada, a muy poco, y le acompañó a su casa.
Rápido, dí algo, rápido! Habla ! Se gritaba a sí mismo por dentro. ¿Qué te pasa? Se reprochaba. Se va a ir. ¿No haces nada?. Dile algo. Lo que se te ocurra. Algo!
Dicen que el primer beso, se da con la mirada! Pero ni ese fuíste capaz de robarle.
Después sereno, se premió. Ahora ya está. Has sido tú. Tiempo, date tiempo. No pienses las cosas, céntrate en pensarla... y enlazó su locura con el sueño... lentamente... muy lentamente...

No hay comentarios: