13 octubre, 2004

Paloma


Tengo por arrimo humano en éste rato de mi vida a una mujer sin patrones, de mente libre, de espíritu inalcanzable. Una de esas personas que te dan paz, ternura, que tienen dentro la madera más noble, el corazón más cristalino. Tengo por suerte su compañía y por responsabilidad corresponderle... Y es tan grande, tan grande, que me siento pequeño, pequeño... En su pico todos los olivos, junto a su pulso la vida, junto a su mirada marrón y oscura... el calor del sosiego. No merezco tanta calidad. Lo sé. Pero voy a intentarlo. Paloma, Gracias.

No hay comentarios: